A veces soñaba que me olvidaba todo y al final nunca olvidaba nada. Recorría siempre las mismas calles, me escondía en los mismo bares y quería creer que siempre era distinto.
Me invitaban a esperar y yo esperaba, me convidaban con silencios y yo callaba, y era, o al menos simulaba ser.
Ahora, ya no se.
domingo, 14 de junio de 2009
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