sábado, 14 de noviembre de 2009

La mentira verdadera

Inventemos una mentira se dicen entre ellos.

Digamos que estás muerto, publiquemos tu necrológica en el diario. Digamos que fue en un lugar lejano, qué se yo... digamos que fue en Kosovo, que pisaste una mina (o que una mina te pisó la cabeza). Y escribamos que tu abuela, la Duquesa, te llora.
Inventemos una mentira que sea para vos y para mi, que nos permita seguir inventando y haciendo de nuestra vida un embuste denso y pesado.
Creemos la ilusión de que la heladera es el refrigerador, que sos un hombre de mundo, que crees en dios o en algún esperpento por el estilo.
Y entonces hagamos un embrollo más grande, matemos a los vivos y revivamos a los muertos.

Dale Cristian
, hagamos eso, que para eso si que sos bueno.

No hay comentarios: